PRIMERO DE MAYO-DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES.

 

CUIDAMOS EL TRABAJO PARA CUIDAR A LAS PERSONAS

En el día primero de mayo se conmemora en 80 paises oficialmente y extraoficialmente en otros muchos, fue instituido por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional en 1889, como homenaje a los trabajadores muertos en las manifestaciones de Chicago y de los condenados a muerte que demandaban la jornada de 8 horas, y como jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores. En 1955, el papa Pio XII estableció el primero de mayo como día de san José obrero, en reafirmación de los derechos de los trabajadores.

IGLESIA POR EL TRABAJO DECENTE ha hecho hincapié en su manifiesto de este año en la necesidad del cuidado: "En este día, queremos poner la mirada en la necesidad de cultivar el cuidado en el mundo laboral para mejorar la realidad de las personas.", porque como dice el papa Francisco: “si el trabajo es una relación, entonces tiene que incorporar la dimensión del cuidado, porque ninguna relación puede sobrevivir sin cuidado"

Agradecemos a La archidiocesis de Madrid la campaña de difusión que ha realizado de este día  y de ITD a través de entrevistas a parte de las organizaciones que formamos parte de ITD, en las que se explican las acciones de estas organizaciones, Hermandades del Trabajo, ACO, Religiosas de Barrio, Encuentro y Solidaridad, y la importancia de la labor de ITD.
 
Para conmemorar este día se ha celebrado una Eucaristía presidida por el obispo auxiliar de Madrid don Jesús Vidal, que ha recordado en su homilía la dignidad del trabajador como ser humano, "no es una pieza intercambiable", así como los accidentes  laborales y muy especialmente las muertes en el trabajo: "no son numeros son personas".
 
Haciendo referencia a la lectura de san Pablo a los Colesenses 3,14-15.17,23-24 que se ha leído en la Eucaristía , ha aludido a tres pilares para el trabajo: el amor, el agradecimiento y el interés en lo que se hace: "Lo que hacéis hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor, y no a los hombres."